jueves, 19 de febrero de 2009

Una Mirada Mia



Le nacen pies a la rabia que camina al contorno de mí y lanzan chispa acampanadas de estupidez. Un carro Ferrari amarillo de cualquier imbecil piensa impresionarme, frena en seco sugiriendo un comportamiento licencioso. De ninguna estirpe, me niego a venderme por un precio tan común. No, para comprarme tendrás que exprimir las ansias del mendigo que se come la china con ojos de locura. Te meceras en plena lluvia mientras el frió te ahoga y la excitación te cause trastornos emocionales y partiendo de allí tendrás que lanzarte mil veces dentro de mi y dos mil más en espirales y laberintos. Después quizás, solo quizás tengas la remota posibilidad de aspirar a una mirada mía.

2 comentarios:

rosalinabenjamin.blogspot.com dijo...

Diablasasaso!! Eso es un poema verdaderamente rabioso
me encanta!

espero por más

José Angel Bratini dijo...

Él es un invecil. Lo sé. Y tú una poeta que empieza a enterrar sus raices. Tu poesía crece. Déjala que se extienda, el tiempo es tuyo, el mundo es tuyo, has lo que quieras con él.